jueves, 14 de agosto de 2014

Realidad de Guatemala

La ignorancia. En eso se resumen los problemas del país.

Ignorancia en los habitantes cuando crean justicia utilizando machetes y piedras. Ignorancia en los gobernantes cuando los castigan después de haberles dado la espalda cuando exigían justicia.

Actualmente se vive en una situación muy diferente y moderna; con alternativas tecnológicas nuevas, pero con severos problemas. Es importante constituir una buena aplicación de leyes, redistribución de bienes, mejor control de los recursos, entre otros. Es muy importante considerar los siguientes, además de problemas políticos.

La violencia: Los sucesos que ocurren constantemente en nuestro país, denotan la crisis en la que se halla la sociedad. Problema que va más allá de los crímenes  rutinarios, que se extiende a todos los estratos de la sociedad y como una epidemia, se convierte en psicosis colectiva. Leer las noticias en los diarios, escuchar la información en la radio o ver lo ocurrido diariamente en la televisión, es trasladarse a una historia de terror donde la realidad supera la ficción. Y es que la violencia que se vive en Guatemala es producto de una sociedad enferma que manifiesta ineptitud de sus autoridades e indolencia por parte de la población.

Conscientes que, los seres humanos, somos agresivos por naturaleza, es de vital importancia canalizar esa agresividad en forma positiva, de modo que el impacto que puedan causar esas acciones no se conviertan en violencia y con ello, se deriven acciones que causen angustia, miedo, terror y sufrimiento. Construir un escenario donde cada individuo pueda desarrollarse dignamente, es lo que busca toda sociedad sana, cosa contraria sucede en nuestro país.


La pobreza: Aunque la pobreza abarca una serie de dimensiones que incluso hacen difícil definirla nos referiremos a pobreza en las personas como la privación de bienestar, así como la inaccesibilidad y falta de oportunidades para alcanzar dicha condición. La condición de bienestar es motivo de discusión, ya que este término puede prestarse a interpretaciones subjetivas.

¿Quién soy?


Kristhell Archila, escritora incoherente de historias trágicas. Se me hace más fácil tirarme de un edificio de 10 niveles en arnés que describirme en 28 líneas. Protectora de la naturaleza, más realista que optimista. Vivo entre libros, sustituyo el café por una buena rebanada de queso. Mis mejores pensamientos nacen después de las 3:00 de la madrugada. Soy más inseguridad que persona. Sueño con poder hacer miles de cosas y despierto tratando de lograr aunque sea una. Mi nombre aparecerá en los libros de historia (Guarden este tuit).

Soy un poco perfeccionista, y vivo aprendiendo de los errores de otras personas, ya que se me está prohibido cometer errores. Vivo con el miedo de morir sin poder conocer ese sentimiento de estar en un lugar donde nadie me conozca, ese sentimiento de libertad. Soy una persona que se forma cada día, mezclando un poco del ayer con un poco del mañana, trato de olvidarme del futuro y enfocarme en el presente.

Unos dicen que soy la definición de ternura mientras que otros dicen que soy la reencarnación del mal, yo pienso que soy una terrible mezcla de ambas. Vivo en mi propio mundo, donde tengo el poder de hacer y deshacer, donde escapo cuando la realidad es demasiada (que es casi el 80% del tiempo). Me considero reserva, con los pies en la tierra. Me encanta la sensación de opresión en el pecho, le llaman adrenalina, me hace recordar que estoy viva.

Me gusta despertar tratando de hacer algo nuevo todos los días.

2064

Querida amiga:

Déjame contarte un poco mi historia, sé que probablemente creerás que lo que digo es una locura, pero, ¿es que acaso la verdad no lo es?

Hace 50 años, vivíamos en un mundo que jamás pudimos haber imaginado, éramos la perfecta adaptación del 2015 que se mostraba en la película de Back To The Future. Los viajes a la luna ya no eran solo un sueño; la creación del Immudiem, sustancia capaz de alargar los años de vida y erradicar enfermedades fue el invento del siglo y lo mejor de todo: Los childbots(máquinas aparentemente  humanas con capacidades sobrehumanas , creadas para facilitar el trabajo de los humanos) ¿trabajo pesado o arriesgados?  Era cosa de ellos. No todo era perfecto, la contaminación y pobreza era algo que aún se veía,  algunos se hacían la vista gorda mientras otros seguían en la lucha. En fin, el mundo avanzaba y nosotros con él.

Podría decirte que esto lo escribo desde mi fiel Samsung Galaxy Tab 2.0, pero no es así, la deje atrás mientras trataba de salvar mi trasero. Mientras los científicos se especializaban en hacer más inteligente la tecnología, los humanos se dedicaban a volverse más idiotas e ineptos, volviéndose incapaces de sobrevivir al fin del mundo.

Aunque muchas personas lo imaginaron, nadie supo cual fue el momento exacto en que todo se vino abajo. Puede que el terremoto que sacudió gran parte de América haya sido un inicio, o el Tsunami que hundió la mitad de Asia. Nadie se imagino que el fin del mundo se acercará al mismo tiempo que una rebelión. Las máquinas, como podrás saber, atacaron a la humanidad en su momento de vulnerabilidad. La humanidad se dividió 4 partes: Los afortunados que murieron en los desastres naturales; los que murieron masacrados en la rebelión de las máquinas; los que fueron sometidos y esclavizados; y luego estamos nosotros: los que vivimos escondiéndonos, esperando un milagro que le devuelva a la humanidad el control de su planeta. Pero es difícil cuando la naturaleza te da la espalda y tu propia creación quiere sacarte los ojos.

He pasado la mayor parte de mi vida escapando, sin un lugar exacto al que ir. La civilización les pertenece a las máquinas y la naturaleza… bueno, simplemente decidió que ya no merecíamos lo que nos ofrecía.

Estamos en el año 2064, 25 años después del fin del mundo, 20 años después de la rebelión de las máquinas. Y me preguntó si esto podrá ayudar en algo, ¿podrás leerlo? Mi cuerpo aún no está cansado de escapar, pero mi espíritu sí. Decidí regresar a mi antigua casa, donde solía vivir antes de que todo empezara. Al entrar, casi no reconocí el lugar, las devastaciones provocadas por el huracán Mireia habían sido restauradas, a decir verdad, todo era nuevo. Pero eso no evito que antiguos recuerdos vinieran a mí, imagine a Buni, mi gata y Biff, el perezoso pastor alemán correteando por el pasillo de entrada, avance hasta llegar a la sala y lo imagine a él, recostado en el sofá absorto en su vieja computadora. Lágrimas caían por mis mejillas cuando la imagen del pasado se borró y la realidad del presente de deslizo como agua helada por mi espalda. Seguí avanzando hasta llegar al balcón, sorprendida de que mi vieja mecedora aún se encontraba en su lugar de siempre. Regresé a la sala de estar en busca de una tablet, encontrándome con una nueva y mejorada versión de la que alguna vez tuve, regresé al balcón, sentándome en la mecedora. Encendí la laptop y me maravillo con el hermoso sonido de la alarma activándose, aquella que informa a las máquinas de mi presencia. Tengo 20 minutos antes de que lleguen, me recuerdo. Y así he estado mientras te escribo. Tengo 68 años y no estoy tan decrepita como debería, el  Immudiem ha hecho bien su trabajo al mantenerme en forma.

Querida versión de mí que no conoce el dolor y fracaso, me gustaría que no pasaras por este futuro que te he descrito. Y es que a estas alturas ya debes de haber adivinado quien soy.


Soy la versión de ti que supo lo que era la valentía al mismo tiempo que el miedo, tu versión del futuro. No eras el futuro que te esperabas ¿verdad? Desearía poder decirte más, pero ellos ya vienen.

jueves, 7 de agosto de 2014

A mi padre.


No, no oculte las viejas entradas, las borré. Y no, no lo hice en esos 10 minutos que le pedí. Lo hice desde el momento en el que le mencione que tenía un blog, entre en pánico, realmente no quería que nadie leyera lo que aquí escribía, y usted padre, es peor que esa organización de supuesta inteligencia que se menciona en las películas de acción.  Algún día, cuando decida que la cantidad de confianza que tengo es suficiente para salir de la etapa de “escritor miserable”, puede que ese día vuelva a publicarlas, eso, o me dará tanta vergüenza saber que yo escribí esas mezquindades y las ocultaré por el resto de mi existencia.


O puede que simplemente no confíe en que sean capaces de entender la simplicidad de mis palabras. Esperan encontrarse con algo tan complejo y profundo que se hacen un lío con lo fácil. Es gracioso. Y podría ser la oportunidad perfecta para jugar con sus mentes y destrozarlos, pero ese es otro tema. El punto es, querido padre (No suena tan retorcido como dicen), esas viejas entradas se irán conmigo a mi tumba, yo jamás las escribí, jamás existieron, olvidemos esto. Será el coma de mi vida.

Obtenga está entrada como premio de consuelo.